Tal y como comenté en su momento, parece que las promesas de la campaña de Donald se quedaron en un cúmulo de intenciones perfectamente diseñadas para conseguir votos y, finalmente, alcanzar lo que tanto ansiaba. El presidente Trump está sufriendo en carne viva como los ciudadanos estadounidenses dejan, a pasos agigantados, de creer en sus promesas. Una encuesta de Gallup revela que la mayoría de los ciudadanos estadounidenses no ve a su presidente cumplir lo que tan eufóricamente prometia el año pasado. En el mes de febrero, el 62% pensaba que el presidente cumpliría sus promesas; dos meses después, al inicio de abril, los números cayeron 17 puntos porcentuales. Un poco más tarde cayeron hasta el 45% y, ayer mismo, los números han caido hasta el 36%.

La caída se observa en todos los grupos demográficos: mujeres, hombres, ancianos, los más jóvenes y las personas de todo tipo de ideología política. También entre republicanos, las cifras caen de 92 a 81%; mientras que en los demócratas los números cayeron de 59 a 43 por ciento. Se trata de una caida de popularidad histórica sin precedentes en la historia de todos los Presidentes de los Estados Unidos.

Y la pregunta es ... realmente debemos esperar a que su popularidad decaiga más aún? Señores/as, espabilen! No hay que ser muy listo/a para adivinar que si esperamos a llegar al 0%, podría ser demasiado tarde. El apoyo a la propuesta del demócrata Jamie Raskin podría ser la mejor alternativa al caos.